La noche del 23 de mayo de 1844, un joven comerciante, el Báb, anunció que era el portador de una Revelación Divina, prometida desde tiempo inmemorial y destinada a transformar la vida espiritual de la humanidad.
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``¡Oh pueblos de la tierra -declaró el Báb- prestad oído a la santa voz de Dios ... En verdad la resplandeciente Luz de Dios ha aparecido entre vosotros investida con este Libro infalible, a fin de que seáis guiados rectamente hacia las sendas de la paz ´´.
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El sabado 22 de mayo los amigos de la Comunidad de Chillán se reunieron para celebrar juntos este día sagrado.